Vamos primero a retirar la piel de cada muslo y colocarlos en un sartén con la mantequilla derretida y una cucharadita de aceite de oliva. Los vamos a sellar por unos ocho minutos de cada lado a fuego medio alto. Los retiramos de la lumbre y en el mismo sartén, sin lavarlo, agregamos otra cucharadita de aceite.
Picamos la cebolla que freímos por unos tres minutos. Vertemos el vino blanco, el caldo de pollo y diluimos la crème fraiche. Revolvemos, sazonamos con sal, pimienta y tomillo. Bajamos la lumbre al mínimo, volvemos a colocar los muslos en el sartén y tapamos. Dejamos en la lumbre, siempre baja, por unos 20 minutos aproximadamente.